Los rastros de Polop y La Nucía

Estos dos conocidos mercadillos del interior de Alicante reúnen casi todos los domingos del año a cientos de personas, de cualquier rincón de la Marina Baixa, que buscan las mejores gangas entre un sinfín de artículos expuestos por vendedores particulares. Aunque en ambos pueblos se los conoce como rastros, el de Polop es el que más se acerca a esta denominación, debido a que en él se pueden encontrar una múltiple variedad de objetos de segunda o tercera mano y antigüedades, ya sea de jardinera, de fontanería, ropas, discos, muebles, libros y un largo etcétera. Tambíen existe una sección más propia de mercado dedicada a frutas y verduras.

A continuación encontraréis una breve explicación de la localización y de cómo llegar a ambos mercadillos o rastros:

Cómo llegar al rastro de Polop

Se encuentra instalado todos los domingos del año de 9 a 14 horas, en las calles del Polígono Industrial Plà de Terol, alrededor del polideportivo del municipio.

Para acceder a él desde la costa, se debe seguir la carretera CV-70 en dirección a Callosa d'En Sarrià, Polop y Alcoi, que es la tercera salida en la rotonda número 1 antes de entrar en el pueblo de La Nucía.

Para acceder desde el casco antiguo de Polop, se debe ir en dirección a La Nucía o Benidorm y justo a la salida del pueblo, tomar la primera calle a la derecha en dirección al polígono industrial, colegio o polideportivo.

Cómo llegar al rastro de La Nucía

Desde marzo de este mismo año, la localización de este mercadillo ha cambiado volviendo al polígono industrial del municipio, lugar donde tuvo sus inicios hace 30 años. Anteriormente se podía encontrar en el casco antíguo de La Nucía.

Para acceder a este nuevo emplazamiento basta con seguir las mismas indicaciones que las del rastro de Polop, ya que ambos se encuentran prácticamente en el mismo recinto. Con un pequeño paseo es posible visitar ambos.

En este enlace podéis ver un mapa de la zona: http://g.co/maps/xsg72

Imágenes http://jardinymas.5forum.net/t365-el-monte-alicantino-y-el-rastro-de-la-nucia